Transmorucha 2012, día 4

Son las seis y media de la mañana y amanece en la leonera… Leonera, una palabra que se queda corta para describir la noche de veintitantos bichos transmoruchos durmiendo en el centro cívico de Villares de Yeltes.




Parece que nos espera una mañana fresquita, estupenda para pedalear.
Y mientras estamos con el zafarrancho en el centro cívico de Villares nos sorprende la grata visita de Olegario y Manoli, que nos acercan a Manolo Opel que se incorpora en la última etapa de nuestra querida Transmorucha. Manolo viene de una despedida, y se mete en otra… ¡Es un valiente!





La etapa de hoy es sencilla, un dejarse caer, pero al final son unos 55 kilómetros que debemos recorrer y tenemos que intentar llegar pronto a Aldeadávila para comer y organizar el regreso. No hemos recorrido más de 5 kilómetros y ya hemos realizado varias paradas para arreglar no sé cuántos elementos de las burras mecánicas… Al final el peso y el terreno transmoruchil pasan factura a nuestras BTT.





Preciosos parajes por los que transcurre la ruta, con el río Yeltes bajo nosotros antes de que éste se una al Huebra y juntos caminen hacia el magno Duero… Bonitos lugares los que juntos pedaleamos atravesando fincas como la de Pedro Álvaro hasta llegar a Yecla de Yeltes y Encinasola de los Comendadores donde, por cierto, nos tomamos por primera vez en la ronda transmoruchera unas merecidas cervezas. El tío Gabi, de la mano de Cristóbal, también recibe una dosis de roller-power… ¡No nos falta de nada!




El pelotón está contento y entre cánticos y chistes llegamos raudos hasta El Milano, La Zarza de Pumareda y recorremos los últimos kilómetros entre callejones y toboganes, mostrando nuestras mimbres técnicas que otorgan las etapas de una Transmorucha, para entrar en Aldeadávila de la Ribera donde nos estaban esperando los familiares de Elías y el Jariego, ¡qué grandes son siempre estos momentos de encuentro!




Foto de rigor en la nueva Fuente del Cabrero, en la plaza de la panadería de Julia, ducha en el polideportivo (que había gestionado, al igual que la posterior comida, el amigo aldeaviluco Elías) y estupenda comida en el renovado bar-restaurante El Paraíso.
Paco Junior, Paquito, nos espera con el bus y el carro, que se quedaría en carrito, en el que nos tocaría hacer un poco de tetris para encajar las BTT.
¡Una Transmorucha más, pero no una Transmorucha cualquiera!
Este año no hemos tenido averías muy raras… Como curiosidad, aquí presentamos el parte de guerra, o averías, producidas y arregladas en esta edición:
- 7 radios (en una misma rueda).
- Ruido raro en rueda trasera-freno.
- Una bomba (y decían que era buena).
- 9 pinchazos.
- 3 reventones.
- 1 pulpo roto.
- Algunos agujeros en varias alforjas.
- Una pata de transportín.
- Una cubierta.
- Rotura de transportín.
- Zapata de freno.
- Pinza de freno de disco bloqueada.
- Llanta dañada.
- Llanta rota (rueda nueva gracias a Emilio, en Villares, ¡gracias de nuevo!).
- Varios tornillos y/o tuercas de transportines.
- Pinza de freno.
- Rueda que perdía aire y no se supo la causa…




Aquí tenéis algunas fotografías de Neli, Carlos Elías, Eutiquio, José Antonio Jariego, Sánchez y mías (día 4).




¡Yo estuve en la Transmorucha del 2012!
Y dentro de un año, más… ¡Qué no te lo cuenten!
Muuuuuuuuu…

Comentarios

  1. Los 4 días de ruta transmorucha 2012 no se nos olvidarán nunca, ha sido la primera en sentido inverso y ha sido muy alegre.
    Pedalear juntos y compartir el pan, el pañuelo y el gabán es ponerse en la piel del otro, virtud que nunca está de más cultivar y regar. Este 2012 las conversaciones sobre ruedas nos han llevado a hablar de lo mal que lo está pasando mucha gente, de una España que vive y vivirá tiempos duros, de una generación que lo va a tener difícil. Pero nos ha acompañado la alegría, que es lo que hay que defender, como una trinchera, que dijo el poeta.
    Como resumen de lo vivido estos días me quedo con esa palabra ALEGRÍA, y con el video que le hemos dedicado a Álvaro el Biciclown, atrincherado en la alegría desde hace años y que reparte sonrisas sobre 2 ruedas recorriendo el mundo entero. Sonrisas, cachondeo, chistes, canciones. Esa nariz roja. Que no nos falte nunca.
    PS, del Quijote, mirando al Biciclown:
    El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Alegría!, sí señor... Si tuviéramos que utilizar sólo una palabra para describir esta edición de la Transmorucha, bien podría ser ésta.
      ¡Vamos!

      Eliminar
  2. Qué gozada leer, edición tras edición, las crónicas oficales de la esperada Transmorutxa...casi se puede disfrutar con vosotros, a toro pasado, qué adecuada expresión, cada baño en el río, cada vino degustado y cada filete paladeado. ¡Larga vida a los intrépidos!¡viva la Transmorutxa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasar y comentar, anónimo. Se agradecen tus palabras...
      ¡Viva la Transmorutxa!
      Muuuuuuuu...

      Eliminar

Publicar un comentario

Un blog se nutre de los comentarios de sus seguidores. Gracias por aportar el tuyo, que ahora mismo lo recibirá el moderador y lo dará en breve de paso. Que tengas un buen día...