El mi Juli y Miguel Manjón han estado de paseo por Solana. Nuestra Solana. Y digo yo que menos mal que era un paseo... ¡Si llegan a ir de travesía, ¿hasta dónde habrían llegado?! ¡Vaya fenómenos! Nos mandan saludos y nos dejan un comentario: Con el pretexto de ir a ver cómo se encontraba el caseto de pastores de los prados de arriba y utilizando el miércoles de ceniza, que es fiesta en nuestra ciudad, el mi Juli y yo, nos acercamos a este lugar para preparar la pernoctada que el mal tiempo nos chafó antaño. La idea era ver si teníamos sitio suficiente para todos, si corría la fuente, si había cerca madera para la lumbre de esa noche, si el camino hacia la cresta arrancaba de ese lugar o no, etc. Pero como cuando no hay sueño, el cerebro trabaja horas extras, pues pensé que no debíamos llegar al caseto, pues bajaríamos, para luego subir. Una tontería. Asique se lo dije al Mi Juli y dicho y hecho. Al llegar al dique, subimos a los primeros praos y tomamos unos hitos que asomaban a la iz

¡Y ya van cuatro, oiga! El pasado viernes repetimos actividad organoléptica; como las anteriores, de las que hacen afición. Nuestra cuarta cata ciega, en este caso, decidimos denominarla "Vinos para la crisis". Una cata con botellas de vino que no superaban los 5 euros. ¡Y es que hay que adaptarse a la coyuntura económica que nos asola! De hecho, algunas de las botellas que bebimos rondaban los 2 euros. Pudimos disfrutar en la sede del Club Salandar, en Peñaranda, de una velada extraordinaria compartiendo, además de mantel y demás complementos, distintas conversaciones relacionadas, o no, con el mundo del vino. Como siempre, gracias al amigo David "Pini", el Rubio, que volvió a cuidar todos los detalles para que no faltara de nada, y a Amparo, Carlos... que se encargaron de las compras. ¡Un nuevo un éxito!, que a buen seguro se repetirá en futuras fechas, pues ya se están moviendo hilos para unas nuevas ediciones. También tuvimos postre, pues cantamos el cumpleaños

Una vez más, y esperamos que no sea la última, más de una treintena de socios y amigos del club Salandar y la Asociación Juvenil Peñarandina nos desplazamos hasta la sierra de Guadarrama, en el sistema Central, cerquita de Segovia y Madrid. Salimos de Peñaranda un poco tarde, pues Isi le había preparado la 10-11 a Jaime, je, je,... Menos mal que, por otro lado, le había indicado correctamente el itinerario a seguir... Fuimos por Segovia, pues habíamos hablado durante la semana con la Guardia Civil y la previsión, con medio Madrid en la Sierra gracias a la ventana de buen tiempo, no nos aseguraba librarnos del atasco si nos aproximábamos por otras carreteras más directas y más frecuentados por los madrileños. Casi una treintena de amigos, entre ellos muchos jovenzuelos (ya los veréis en las fotos, ¡cómo disfrutaron!) nos plantamos en el aparcamiento de Cotos, donde ya nos estaba esperando el amigo Joaquín, junto a Bea y Miguel, que habían subido en el trenecito. ¡Buena compañía! Algu