La Transmorucha 2008 ha tenido claramente cuatro protagonistas principales: los valientes-campeones que han participado en esta aventura, el barro, las averías y el agua. Nos habría venido bien un sistema de respiración por branquias, algo similar al que Kevin Costner nos muestra en la película de Waterworld, esa película futurista en la que el agua lo cubre todo porque los casquetes polares están derretidos. Un año más la Transmorucha salmantina, esa ruta de cuatro días en btt con alforjas desde Aldeadávila de la Ribera hasta Peñaranda de Bracamonte, ha sido pasada por agua. Y más agua. Y más agua… Y se ha hecho muy dura. ¡Pero hemos disfrutado y hemos compartido buenos momentos con los amigos! ¿Locura o pasión? ¡Estos chicos del Club Salandar están como cabras! Si a la dureza de la actividad en sí, con todo encima de la bicicleta de montaña, le sumamos la bajada de temperatura, la velocidad de algunos tramos y le sumamos la lluvia , este agua caída del cielo que se agradece

Asturias es particular, y cuando llueve, se moja, como las demás… Y estos días, al igual que en el resto de la península, el pronóstico era de agua, agua,… y más agua. Aunque tampoco fue para tanto. Eso sí, ¡qué bonito está todo! Hierba, bosques, castaños, avellanos, alisos,… y esos tonos grises y azulados de la caliza asturiana… ¡Qué bonito! Un año más, socios y amigos del Club Salandar de Peñaranda, estuvimos por tierras asturianas para volver a participar en una de las medias maratones más bonitas de todas en las que he participado: media maratón Senda del Oso . Esos aproximadamente 21.097 metros de subida constante (¿verdad Gabi?), no muy pronunciada, pero sí lo suficiente para castigar las piernas de los corredores. Sigo pensando que es una carrera preciosa. Para el que no la conozca: un bello trazado que discurre por una vía verde, entre los concejos de Santo Adriano, Proaza y Teverga, en cuya capital, San Martín, está situada la meta de una carrera que arranca en Tuñón. ¡

¡Qué bonita es la primavera! Y más cuando está con estos colores, la vegetación exuberante y crecidita gracias al agua que está cayendo durante estos días y que en invierno estuvimos infructuosamente esperando. Agua, agua y más agua... ¡Vaya días que llevamos! Y dicen que esta semana viene más… Este domingo los amigos del club Salandar estuvimos por la sierra. Un grupo se acercó hasta el puerto del Pico y, los chicos de la btt, salimos a dar un paseo con la bici por nuestro monte de Malpartida. Salimos con la bicicleta desde Peñaranda con la fresca y ya estaban cayendo gotas de agua. Habíamos quedado temprano en la plaza del pueblo porque el paseo de hoy prometía una larga distancia. ¡Y así sería! Por cierto, parece que la ciudad está pudiendo con Gabi y se nos quedó en el spá del gimnasio, ¡ay, ay, ay! Agua, agua y más agua. Por arriba y por abajo. ¡Que barbaridad! La ruta, que Carlitos y yo hemos decidido clasificar como de tres barritas y una manzana (y dos pares de bo

Un año más, para no faltar a la costumbre, estuvimos participando en la carrera popular urbana “abuelos, padres e hijos” que organiza la comunidad educativa del C.P. Severiano Montero. Mucha gente conocida en la carrera, y entre el público, Joaquín micrófono en mano, algunos alumnos del colegio de La Inmaculada de Armenteros, no tantos de los centros educativos de Peñaranda,… Y es que este año hubo menos participación. Se echó en falta a mucha gente y entre ellos a los compañeros del Club Atlético Salamanca que otros años nos han acompañado. Nosotros corrimos este año con pijama, ¡cosas del tío Gabi!, que es un fenómeno: Gabi, Pedro, Jose, Carlos Elías y yo, ¡vaya quinteto! Este año ha encogido el recorrido o nosotros hemos corrido mucho, ¡hemos bajado de 20 minutos! El reloj de Carlos Elías, al pasar por línea de meta, marcaba 19´33”, marca que, al menos para mí, no está nada mal para esos casi 5 km de recorrido por Peñaranda. También estuvo moviendo las piernas un nutrid