Transmorucha 2010, sábado 5

Amanece temprano en El Arenal, ese merendero cerca de Sotoserrano que nos acoge año tras año. Nos espera una etapa dura, de las que Perico llama rompe piernas, pero preciosa... Una de las más interesantes de la ruta, con una constante subida y casi 80 kilómetros de caminos, senderos, terrazas de olivos, charcos y andurriales variados... Sí, amigos, sí... ¡es la Transmorucha! y además del desnivel, en esta etapa (bueno, y en las otras) nos encontramos con que muchos caminos y senderos han desaparecido misteriosamente o se cortan por tapias más o menos legales...



Después del desayuno y de cargar las burras, empezamos la andadura junto al río Alagón, por un caminillo ligeramente técnico que nos permite pasar junto a la desembocadura del río Cuerpo de Hombre. Un recorrido ascendente, primero entre terrazas de olivos y luego entre robles, nos acerca al pueblo de Colmenar de Montemayor.
Los paisajes son espectaculares.
Posteriormente un bonito descenso entre prados y bosques nos llevará a Horcajo de Montemayor, evitando en lo posible el asfalto para llegar a La Calzada de Béjar.
¡Estamos en la zona de La Cabrona 1 y 2! Una dura y empinada subida por un sendero de cabras lleno de piedras, que no volveremos a subir en años venideros porque Carlos ha encontrado una alternativa 'más sana', nos deja en Navalmoral y de aquí, otra fina y limpia subida, o no, nos deja en Fuentebuena donde en el mesón del mismo nombre nos reciben un año más los dueños y unos estupendos chuletones. Los helados caseros este año son más pequeños, ¡habrá que emitir una hoja de reclamaciones!
¡Lo que cuesta salir del mesón con la panza llena y la que está cayendo fuera! Unos años porque diluvia y otros porque cae como una losa de plomo el mismo infierno... En fin, manos a la obra, o pies a los pedales... Este año probamos una alternativa, pero va a quedar en el olvido porque es peor el remedio que la enfermedad... (la presumible mejora, como dice Josemi, se quedo en 'mejoda'). Y pedaleando rodeamos la ciudad de Béjar para acercarnos a Navacarros y subir el último trecho importante del día: el Alto de la Hoya.
Hasta aquí nos ha traído Pedrote, que se marcha porque tiene cita con su btt por el Camino de Santiago, y en esta zona nos incorporamos otros tantos transmoruchos: Vegas, Manjón, Manuel y yo mismo.
¡Vaya bajada nos espera! Entre los quads, las motos y la fuerza de la Naturaleza, la bajada de La Hoya cada año está mejor... ¡Y es más divertida!



Por caminos ya más favorables y este año muy secos llegamos hasta San Bartolomé de Béjar para reponer agua en su fuente, pasamos por Becedas (no sin antes romper un transportín) y Gilbuena. De aquí a nuestros queridos callejones, que esta edición están como un secarral, y nos encaminamos hasta El Tejado y finalmente copamos nuestra meta, el Puente del Congosto.
Aquí las cosas ya se ven de otra manera... Nos reciben a la entrada del pueblo, en el bar, como no podía ser de otra manera, Rosa, el tío Salva y Pedro 'Alaraz, con las cervezas en el bar de todos los años (como siempre, en la tele fútbol o toros) y después de los chascarrillos y las llamadas de teléfono nos bajamos a dormir al río... Este año con fiestas de despedida de solteros incluidas, meriendas, baño de unos cuantos locos y colchones de lujo.
¡Otro día inolvidable!