Salandar de escalada por los Mallos de Riglos



Seas o no escalador, hay lugares paradisiacos que impresionan cuando las contemplas desde lejos y te quitan el hipo cuando te acercas. Y desde Salandar hemos estado en uno de esos paraísos: Mallos de Riglos, en las sierras del Prepirineo oscense. Estas paredes formadas por conglomerados de rocas, cantos, grava y arena se elevan en la vertical en torno a los 300 metros y cuando escalas la sensación de vacío es alucinante, ¡increíble!.



Por algo son uno de los lugares de referencia para el sector de escaladores de todo el mundo y un buen número de interesantes vías jalonan todas las agujas en todas sus vertientes. Un lugar genuino, bello, curioso, espectacular, vertical como si quisiera alcanzar el cielo y que exige a los escaladores máxima concentración en sus periplos para no precipitarse al vacío.




Riglos y sus mallos, un lugar que engancha. Ya estamos pensando en volver…








Comentarios