Ruta BTT hasta el parque eólico de Gorría, desde Cillán (Sierra de Ávila)
Del buen suceso que los valerosos escuderos beteteros tuvieron en la amigable y por mucho tiempo deseada aventura de los modernos molinos de viento, esos generadores eólicos que nos están inundando la sierra de Ávila, con otros sucesos añadidos dignos de recordar...
Y es que después de mucho esperar, por fin nos decidimos a echar las burras al coche para acercarnos hasta Cillán y allí, de la mano de los apuestos hidalgos Carlos Elías y El mi Juli, emprender esta peculiar aventura. Junto a estos dos valerosos caballeros nos juntamos otros tantos escuderos, hasta llegar al número de 23. Que no es mal número para asaltar la sierra y fotografiar de cerca los molinos con sus infinitos brazos y esbeltos portes blancos.
La cita era en Cillán a las 9 y ya de camino pudimos comprobar el blanco manto de hielo y escarcha que cubría los campos y que nos había regalado la noche. ¡Parece que vuelve el invierno!
Pertrechados, los unos y los otros, con disfraces multicolor y solucionados algunos contratiempos iniciales, espoleamos nuestras burras mecánicas para dar comienzo a nuestra modesta hazaña deportiva por la vecina sierra abulense.
Los caminos estaban duros gracias a la helada nocturna y en un continuo y ligero subir nos pusimos en Narrillos del Rebollar, localidad tranquila en la que un paisano intentó disuadirnos del asalto... '¡Qué no son gigantes, que son molinos! Y para subir mejor una moto, no esas caballerías sin motor que gastáis...' Y es que son sabios los paisanos de la zona... Pero nosotros somos tercos y estábamos obcecados con nuestra particular odisea molinera... ¡Vamos!, ¡que no son gigantes, que son molinos!
Platito de postre y piñón grandecito para comenzar la subida por unos caminos empinados, muy empinados, con hielo resbaladizo en algunos tramos, arena suelta, piedras de calibres variados interrumpiendo el avance del grupete hacia los gigantes giratorios... Total, que ante tantos factores que pretendían ponerse en nuestra contra decidimos echar pie a tierra durante unos metros para no dar con el lomo en el suelo y no desgastar muchas energías en estas empinadas cuestas... ¡100% ciclable!
Y piano piano, no sin esfuerzo, pudimos subir a lo alto del cerro para ver, cara a cara, a esos blancos gigantes a los que en su día Don Quijote gritara aquello de 'no huyáis, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete...'
Y sí son grandes, sí. ¡Menos mal que nosotros éramos 23!
Las vistas desde este lugar son magníficas. No os las voy a contar. Tenéis que subir para disfrutarlas en primera persona...
Vídeo de El mi Juli 'Calleja'
Aquí aprovechamos el momento para hacer un receso y sacar algunas frutas del morral; no hubo viandas de gorrino, quesos y caldos de Toro para redondear el momento... ¡Todo se andará en futuras visitas!
Y es que después de mucho esperar, por fin nos decidimos a echar las burras al coche para acercarnos hasta Cillán y allí, de la mano de los apuestos hidalgos Carlos Elías y El mi Juli, emprender esta peculiar aventura. Junto a estos dos valerosos caballeros nos juntamos otros tantos escuderos, hasta llegar al número de 23. Que no es mal número para asaltar la sierra y fotografiar de cerca los molinos con sus infinitos brazos y esbeltos portes blancos.
La cita era en Cillán a las 9 y ya de camino pudimos comprobar el blanco manto de hielo y escarcha que cubría los campos y que nos había regalado la noche. ¡Parece que vuelve el invierno!
Pertrechados, los unos y los otros, con disfraces multicolor y solucionados algunos contratiempos iniciales, espoleamos nuestras burras mecánicas para dar comienzo a nuestra modesta hazaña deportiva por la vecina sierra abulense.
Los caminos estaban duros gracias a la helada nocturna y en un continuo y ligero subir nos pusimos en Narrillos del Rebollar, localidad tranquila en la que un paisano intentó disuadirnos del asalto... '¡Qué no son gigantes, que son molinos! Y para subir mejor una moto, no esas caballerías sin motor que gastáis...' Y es que son sabios los paisanos de la zona... Pero nosotros somos tercos y estábamos obcecados con nuestra particular odisea molinera... ¡Vamos!, ¡que no son gigantes, que son molinos!
Platito de postre y piñón grandecito para comenzar la subida por unos caminos empinados, muy empinados, con hielo resbaladizo en algunos tramos, arena suelta, piedras de calibres variados interrumpiendo el avance del grupete hacia los gigantes giratorios... Total, que ante tantos factores que pretendían ponerse en nuestra contra decidimos echar pie a tierra durante unos metros para no dar con el lomo en el suelo y no desgastar muchas energías en estas empinadas cuestas... ¡100% ciclable!
Y piano piano, no sin esfuerzo, pudimos subir a lo alto del cerro para ver, cara a cara, a esos blancos gigantes a los que en su día Don Quijote gritara aquello de 'no huyáis, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete...'
Y sí son grandes, sí. ¡Menos mal que nosotros éramos 23!
Las vistas desde este lugar son magníficas. No os las voy a contar. Tenéis que subir para disfrutarlas en primera persona...
Vídeo de El mi Juli 'Calleja'
Aquí aprovechamos el momento para hacer un receso y sacar algunas frutas del morral; no hubo viandas de gorrino, quesos y caldos de Toro para redondear el momento... ¡Todo se andará en futuras visitas!
¡Toma ya!
ResponderEliminarAlguna ínsula te mereces, amigo Lillo.
Una gozada la crónica...y la ruta también.
¡Ese Carlitos!, gracias por tus palabras, compañero.
EliminarLa verdad es que salió todo redondo, ¡como los roscones que llevó Chema!, je, je...
¡Vamos!
¡Insuperable!
ResponderEliminarNi el mismísimo Cervantes lo hubiese relatado mejor
¡que día! Inolvidable
Bueno si, cunado preparéis la próxima que seguro que también se excepcional
Gracias, amigo, por pasar y comentar. Siempre es grato recibir estos comentarios, je, je...
EliminarA ver dónde tiramos la próxima piedra... ¡Ya estamos con ganas!
Salu2.
Genial la cronica como de constumbre. Las fotos y el video de Juli muy chulos.
ResponderEliminarUn día genial para disfrutar de la sierra tanto por el tiempo como por la compañía.
A por la proxima
Tuvimos un día excepcional, amigo Chema. Gracias por tus halagos, compañero.
EliminarA ver si remato el vídeo y también lo subo; ya os contaré.
¡Gracias por la compañía y por esos roscones!
¡Vamos a por la siguiente!
Salu2.
Si señor, una bien grande, para que la compartáis y que tenga monte, con sus buenas callejas, sus cuestas y sus barros ... en fin, ENHORABUENA a la organización, la participación, el entorno, hasta el tiempo acompaño y de remate la crónica. Deseando que llegue la próxima.
ResponderEliminarRafa, campeón. Gracias por pasar y comentar. Un placer leer vuestros comentarios, le animan a uno a seguir haciendo fotos y escribiendo, je, je...
EliminarA ver por dónde liamos la siguiente, ¡monte hay! ¡Y ganas no te cuento...!
¡Vamos!
"Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro", dice El Quijote. Ésta de los molinos de Cillán ha sido de esas jornadas que nos hacen ser más, en el sentido quijotesco. A seguir creciendo chavales, derrotando gigantes...
ResponderEliminar¡Ese Mix!, ¡cómo manejas el html y los lenguajes raros de los informáticos, jodío!
EliminarUn placer compartir rutas contigo y además leerte por este humilde escaparate digital de modestas actividades y buenos amigos.
Intentaremos hacer más, mucho más, no daremos tregua a los gigantes...
¡Vamos!
Eres un maestro haciendo cronicas, todo muy detallado, saludos.
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