Ruta BTT desde Horcajuelo hasta Altamiros (Ávila)
Este domingo el mi Juli nos tenía preparada una ruta por la abulense comarca de La Moraña, cerca de San Pedro del Arroyo, en el término municipal de Horcajuelo.
Allí nos dirigimos José Enrique, Rafa, Carlos Elías, El mi Juli y un servidor, para montarnos en las burras mecánicas, rodeados de mares de ondulados terruños plantados de cereal (unas plantas bastante bajas y pobres para las fechas que gastamos debido a la ausencia invernal de precipitaciones) y con nuestra mirada puesta en algunas muestras de bajo monte con sus encinares, tomillos, barrancos y roquedos… Y es que, como bien sabéis, la cabra tira al monte.
La idea era realizar una ruta circular de unos 40 ó 45 kilómetros con las bicicletas de montaña, pero la lluvia que nos ha regalado el cielo estos días nos presentó una zona de pistas con barros botijeros, de esos que se pegan a la rueda y a los frenos como si de arcilla se tratara, lo que nos obligó a modificar los planes iniciales y rematamos la mañana con una ruta en BTT desde Horcajuelo hasta Altamiros, una parte por pistas, otra por el monte y otra por la Cañada Real Leonesa Oriental.
Es curioso como la Cañada, esa que según dicen debiera tener 90 varas castellanas de ancho (unos 72.22 metros) en algunos lugares no pasa de 4 ó 5, habiendo sido cultivada, cercada, usurpada por una construcción… Debe ser que como es de todos, cada uno hace con ella lo que le da la real gana…
Las pistas iniciales de la Cañada estaban muy pegajosas. Luego, en el monte, la cosa se puso mucho más llevadera y entretenida. Visitamos un antiguo palacio (o monasterio; aquí podéis ver unas fotografías de El mi Juli en su visita con Manjón durante otro día) y al final llegamos, después de atravesar una zona de grandes bolas de granito, a Altamiros.
El regreso lo hicimos en gran parte por la mencionada Cañada Real Leonesa Oriental, una zona con ligera pendiente favorable, entretenida y bonitos paisajes entre encinas, vacas, mastines...
Cuidado con el track (aquí está, a través de Wikiloc), algunos tramos de la vuelta, al regresar por la Cañada, están un poco liados… Como ya os he contado antes, y bien sabéis vosotros, que cada uno hace con la Cañada lo que le da la gana, instala alambradas de espino donde quiere…
El último tramo al llegar a Horcajuelo, de regreso y para evitar unos barros infernales que se pegaban a las ruedas, lo hicimos por el cauce de un río (hoy seco, con mucha arena y, cómo no, con más barros pegajosos que no dejaban girar las ruedas).
No pudimos visitar en esta ocasión la zona conocida como Los Infiernos (fotos de otro día que estuvo por allí El mi Juli), una zona que nos había recomendado el mi Juli hace tiempo y que Isma nos comentó que hay un caché escondido… Es una zona de rocas llamativas y excavaciones naturales erosionadas por el viento, el agua y el paso del tiempo, con muestras rocosas, arenisca, de multitud de colores, predominando ocres y rojos.
La idea era realizar una ruta circular de unos 40 ó 45 kilómetros con las bicicletas de montaña, pero la lluvia que nos ha regalado el cielo estos días nos presentó una zona de pistas con barros botijeros, de esos que se pegan a la rueda y a los frenos como si de arcilla se tratara, lo que nos obligó a modificar los planes iniciales y rematamos la mañana con una ruta en BTT desde Horcajuelo hasta Altamiros, una parte por pistas, otra por el monte y otra por la Cañada Real Leonesa Oriental.
Es curioso como la Cañada, esa que según dicen debiera tener 90 varas castellanas de ancho (unos 72.22 metros) en algunos lugares no pasa de 4 ó 5, habiendo sido cultivada, cercada, usurpada por una construcción… Debe ser que como es de todos, cada uno hace con ella lo que le da la real gana…
Las pistas iniciales de la Cañada estaban muy pegajosas. Luego, en el monte, la cosa se puso mucho más llevadera y entretenida. Visitamos un antiguo palacio (o monasterio; aquí podéis ver unas fotografías de El mi Juli en su visita con Manjón durante otro día) y al final llegamos, después de atravesar una zona de grandes bolas de granito, a Altamiros.
El regreso lo hicimos en gran parte por la mencionada Cañada Real Leonesa Oriental, una zona con ligera pendiente favorable, entretenida y bonitos paisajes entre encinas, vacas, mastines...
Cuidado con el track (aquí está, a través de Wikiloc), algunos tramos de la vuelta, al regresar por la Cañada, están un poco liados… Como ya os he contado antes, y bien sabéis vosotros, que cada uno hace con la Cañada lo que le da la gana, instala alambradas de espino donde quiere…
El último tramo al llegar a Horcajuelo, de regreso y para evitar unos barros infernales que se pegaban a las ruedas, lo hicimos por el cauce de un río (hoy seco, con mucha arena y, cómo no, con más barros pegajosos que no dejaban girar las ruedas).
No pudimos visitar en esta ocasión la zona conocida como Los Infiernos (fotos de otro día que estuvo por allí El mi Juli), una zona que nos había recomendado el mi Juli hace tiempo y que Isma nos comentó que hay un caché escondido… Es una zona de rocas llamativas y excavaciones naturales erosionadas por el viento, el agua y el paso del tiempo, con muestras rocosas, arenisca, de multitud de colores, predominando ocres y rojos.
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