Cuando con la BTT dos más dos no son cuatro...

Ocho menos cuarto de la mañana y recibo un mensaje SMS... 'Me voy a la cama...'
¡Así, a dolor vivo...!
¿¡Pero esto qué es...?!
Cachis en la mar... Un mosquetero menos para la ruta en BTT de hoy... Y es que los de Alaraz, cuando salen de fiesta... ¡Salen de fiesta!
Ya no respetan ni a los viejos rockeros...
Otros volviendo de Dublín, otros poniendo el andador a dos ruedas en la residencia, otros que si los barros, otros que es muy temprano, otros que si las guardias, el retén y la madre del cordero... Y es que ya sabemos que no se puede estar  en misa y a la vez dándole a los pedales... ¡Otra vez será...!




Cita, temprano y como viene siendo habitual, en la plaza de Malpartida. Allí nos encontramos, con ganas de charcos y barros, los tres jinetes del Apocalipsis montuno: Carlos Elías, Luisda Aceiterín y Lillomán de la Pradera.






Y cuando el terreno está húmedo, vemos que en el monte, con la BTT, dos más dos no son cuatro... Y que dar pedales, no es lo mismo, como decía la canción...
El barro se agarra a los tacos de las ruedas y no te permite ir al ritmo que tú quisieras. ¡Pero es lo que hay!
Salida en dirección a la cuesta de Ladis; un recorrido interesante, con sus barros, sus charcos (¡por fin!) y donde hicimos alguna incursión en varios tramos de caminos nuevos, sin alejarnos mucho, por aquello de lo que pudiera pasar con el cielo amenazante y las fuerzas que nos quedaran con los barrizales de nuestro querido monte...





Y antes de atacar la zona de los Verracos, grata sorpresa... Nos damos de cara con dos andarines... ¡Si son el tío Gabi y el tío Salva en su particular peregrinaje por el monte de Malpartida, hasta Cabezas y vuelta! ¡Una gran alegría!


Rematamos la actividad de esta fresca mañana en el bar de Candi, en Malpartida... Como tiene que ser...

Comentarios

  1. ¡Por fin llegaron los barros!
    Ya les echábamos de menos y es que no es lo mismo no, los km se hacen mucho más pesados y con los 37 de hoy ya hemos cumplido.
    Aprovechamos estos días para recuperar esos caminos próximos y casi desconocidos.
    Eso sí hemos pasado un frío de la leche, menos mal que en el bar de Candi recuperamos el tono.
    ¡Vamos!

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    Respuestas
    1. ¿¡Barros!?
      ¡Pero cómo no vais a romper las cadenas...! ¡Si os metéis por todo lo peor...!

      La próxima vez pedimos que el agua de los charcos venga más caliente, je, je...

      Menos mal que Candi siempre nos espera con la chimenea del bar a tono...

      ¡Vamos!

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