Joaquín, Quique y Arturo, por el Paraíso (VIII): Desde Katmandú, nos cuentan parte del treking del Campo base del Everest

Joaquín nos escribe unas letras y nos envía unas fotos desde Katmandú... Si a alguien le apetece, y se quiere poner más malito, que visite el perfil de Quique en Facebook, pues también ha subido más fotografías y algún comentario...
También he ampliado, en el post anterior, los recorridos del treking hasta el Campamento Base del Everest con un nuevo track de Joaquín que faltaba: Etapa Nanche Bazar - Lukla.


Os copio la estupenda crónica de Joaquín, con alguna de sus fotos para aderezar el guiso literario...
¡Se os van a poner los dientes muy largos...!



Pues sí que es cierto que todo se termina; lo bueno también. Ya hemos regresado a Katmandú, al calorcito y el bullicio.
Lo último que os conté fue desde Namche Bazar, 4400 m. Allí nos informaron que un tal Jesús Calleja había estado el día anterior junto a otras 15 personas tomando cervezas. Más adelante sabríamos más de él.

Nosotros subimos por el valle de Gokyo, hasta alcanzar Gokyo Ri (5360 m.) un mirador al que se sube a las 4 de la mañana para llegar arriba al amanecer, aproximadamente 2 horas y 623 metros de desnivel. Es difícil subir, no porque sea técnico sino por la ropa que te pones para “tratar” de evitar el frío, os lo detallo: Calcetines de trek y super calcetines para aliviar el frío, pantalones de forro polar y encima pantalones fuertes de trek, camiseta técnica, camisa térmica, forro polar, capa de goretex y encima plumas grande, guantes y encima manoplas, gorro y gorro. Pues aun así el frío consigue entrar, no sé por dónde. El caso es que te mueves como el muñeco de Michelín... Cuando por fin llegas arriba y sale el sol puedes ver a la vez el Cho Oyu 8153 m., el Makalu 8462 m., el Lhotse 8516 m., el Everest 8850 m. y un montón de picos “menores” pero igual de bonitos. Merece la pena pasar ese frío.

Siguiente etapa importante el Cho La Pass, 5128 metros, es un collado que une el valle de Gokyo con el del Khumbu, donde se encuentra el Everest. Se trata de una subida tranquila por un valle hasta que llegas a un punto donde se acaba la tranquilidad y empieza una subida por una pedrera de bloques enormes donde tienes que ir prácticamente saltando hacia arriba, a 5000 metros. Yo iba pensando “como pude subir esto en el 2003 con lo que yo fumaba”, supongo que me pararía de vez en cuando a fumar un cigarrito… Cuando llegas arriba, te encuentras en un sitio rodeado de picos y glaciares, flipas un rato, alucinas otro poco y comienzas a bajar que se hace tarde y el camino es muy largo.

Llegamos a Gorak Shep, 5100 metros; Arturo, lo siento mucho pero desde tu primera vez aquí, esto ha cambiado mucho... De aquel refugio aislado que había han pasado a unos 6-7 lodges, por cierto todos estaban llenos, al parecer una expedición española de un programa de tv tenía todo ocupado, entre participantes, guías, equipo técnico, especialistas en montaña y que sé yo, no quedaban plazas para dormir. En el último sitio nos ofrecieron dormir tirados con los sacos en el salón de comidas y lógicamente aceptamos, que casualidad, allí se alojaba todo el equipo. Del chorizo y la cecina de León no se supo nada; menos mal que antes de venir para estas tierras fuimos a ver a unos amigos de Peñaranda de Bracamonte, donde hacen maravillas con los cerdos, y en esta ocasión pudimos celebrar como es debido una meta como ésta.

Esa tarde subimos para ver el anochecer a Kalapattar, el punto más alto del trek, 5500 metros. Todo el mundo sube para ver el amanecer, pero creo que se equivocan, ver el circo con el PumoRi 7165 m., el Lingtren 6749 m. y tener delante la pared del Nuptse 7861 m. y detrás el montañón del Everest totalmente rojo es impagable.

Ya sólo queda seguir bajando viendo montañas y aldeítas hasta llegar a Lukla de donde salen los aviones a Katmandú. “A veces”, igual que en el 2003, estando en Lukla empezó una lluvia que puso en peligro el regreso en el día, al final sólo fue un retraso de horas peleando y codeando para llegar al mostrador de facturación, ahora llamado de “fracturación” .
Y poco más, ahora unos días para recuperar el peso perdido, lavar ropa, disfrutar de Katmandú, esperar a los refuerzos que llegan el 24 y empezar otro viaje. Esta vez se trata del P.N. de Chitwan y el P. N. de Bardia, zona de selva, después volveremos a las montañas haciendo el Santuario del Annapurna.
Ya os contare...

Comentarios

  1. Je, je... aún recuerdo algunas fotos de 'hombres Michelín' del 2003... ¡Son para reírse un rato! Claro que las vistas desde ahí arriba deben ser la pera limonera... ¡Sois unos fenómenos!

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  2. Je, je... ¡qué bueno lo de las paradas del cigarrito! ¡Campeón...!

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  3. ¡Yeah! Ese embutido de Salamanca... ¡¿Qué mejor manera de celebrar estas metas que con embutido charro y buen vino de Elías Virutín (o en su defecto, una cerveza)!? Mucho mejor ese embutido de Peñaranda que la cecina de León (esa que brilló por su ausencia, je, je...) ¡Vaya bicho el del cuento! Habría sido mucho mejor, infinitamente mejor, encontrarse con el tío Soria...

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  4. Qué buena idea lo de Kalapattar... Ya nos contaréis en directo, ya... Tuvo que ser espectacular...

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  5. Pues nada, amigos, espero que hayáis recuperado fuerzas por Katmandú, lo de lavar la ropa es lo de menos, je, je... ¡Y esperamos noticias de la siguiente aventura por el P.N. de Chitwan, el P. N. de Bardia y los Annapurna! ¡Sin prisa!, lo de volver para España veo que no entra en los planes, ¡vividores!

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