Cabaña del Cerbillonar (cerca de Bujaruelo), refugio de Sarradets (Francia, frente a la Brecha de Rolando), GR11, Pirineos
Día 18: Cabaña del Cerbillonar (cerca de Bujaruelo), refugio de Sarradets (Francia, frente a la Brecha de Rolando), GR11, Pirineos
Amanece un espléndido día, caluroso y soleado desde bien temprano, en nuestro compartido palacio de piedra del Cerbillonar (a unos 1800 metros). Desayuno, vemos retornar al ganado hacia los pastos, charla con los compañeros de la habitación de al lado (iban a hacer la circular a la magna Bignamale), aseo, fotos, mochila al hombro y nos vamos para abajo, siguiendo el GR11, paralelo en muchos casos al estupendo río Ara, con su cautivador cauce, hasta bajar a San Nicolás de Bujaruelo. Disfrutamos en este recorrido de unas espléndidas vistas de unos valles colgados por encima de Bujaruelo (valle de Ordiso, valle de Otal…), estupendos bosques, un par de barrancos con riachuelos que tuvimos que saltar, oquedades en la roca… Lo que viene siendo un onírico paisaje pirenaico en toda regla… Pasamos por la cabaña de Ordiso o refugio del Vado (1591), otro lugar en el que se podría haber dormido sin mucho problema. A partir de aquí una pista nos deja en San Nicolás de Bujaruelo (1338), con su puente medieval sobre el río Ara, sus preciosas aguas cristalinas que invitan al baño, su aparcamiento, su zona de acampada, su refugio, su bar (con precios abusivos, un poco vergonzoso, la verdad)… Se nota que al lugar se accede con facilidad, en coche, moto… pues está rebosante de gente y claros signos de civilización alborotada, y alborotadora…
Alto en el camino y rápido nos ponemos en marcha de nuevo, pues nos espera la subida hasta el puerto de Bujaruelo y después hasta el refugio de La Brecha de Rolando o de Sarradets.
Salimos dejando atrás el refugio, que tiene pinta de ser cómodo, ese que antaño marras dicen que fue hospital-posada y después casa de carabineros, para cruzar el curioso puente medieval. Nuestro camino sale casi de frente, no tiene pérdida. Se le ve con solera, con historia; seguro que este camino fue importante en su día para los peregrinos, los comerciantes que mercadeaban con Francia, viajeros, ganaderos… La subida nos conduce a un bosque de tejos y en esta zona continuamente acompaña a una línea eléctrica que llega al país vecino.
Probablemente si miramos este paso desde la perspectiva de ciudadanos modernos nos va a costar trabajo comprender hasta qué punto debían ser vitales los puertos que salvaban, de forma un poco más cómoda, la cordillera… Y es que antes los coches, motos, túneles, teleféricos, carreteras y demás inventos actuales brillaban por su ausencia y eran necesarios estos pasos para comunicar el norte y el sur, las gentes de unos y otros valles… Y no debía ser fácil transportar mercancías, víveres, comunicarse… ¡No todo ha sido por placer en estos valles pirenaicos!
A mitad de la subida nos cruzamos con un grupo de scouts que suben con unos buenos armarios mochileros en la espalda, alegres y cantando algunos, con rostros de cansancio y de preguntarse quién nos mandará a nosotros, otros… Además de los armarios, portean una guitarra, algunas videoconsolas… ¡Alegría!
Pasamos al grueso de jovenzuelos, que se quedarían a pasar noche a mitad de puerto, en la cabaña de Eléctricas, y nosotros continuamos disfrutando del paisaje que nos ofrece el ir cogiendo altura. Cuando nos damos cuenta estamos diciendo Oh, la, lá… Estamos en Francia, en el puerto de Bujaruelo o de Gavarnie (2273), y cambiamos el sol de la vertiente española por la fresca sombra y el terrible viento de la zona francesa. ¡Abrigarse toca!
Es fácil darse cuenta de que el acceso hasta esta zona también es sencillo a través del coche, pues el número de personas en la zona crece exponencialmente… Choca ver en el lado francés una carretera que llega desde el pueblo de Gavarnie y que por lo que leí hace tiempo era parte de un proyecto conjunto, España-Francia, para unir Torla y Gavarnie… Pero unos hicieron los deberes y otros no… Así son las cosas…
Barrita para reponer y nos ponemos en marcha por esa zona pedregosa, rota, repleta de pedreros, en continua sombra, debajo de las impresionantes moles de los Gabietos y del Taillón, que nos introduce en la empinada subida por la zona de cascadas de agua que se desprenden del cada vez más exiguo y malogrado glaciar del Taillón. Mucha gente había aquí atascada intentando superar, hacia arriba o hacia abajo, este paso; gente agarrada a las cadenas, pendiente de no mojarse (mucho), de no resbalarse (mucho)…
Un par de esfuerzos más y, ¡voilá!, nos recibe la impresionante y más famosa brecha del Pirineo: la Brecha de Rolando, acompañada del refugio de Sarradets o de la Brecha de Rolando (2587), la majestuosa cascada (dicen que tiene unos 440 metros de alta) del portentoso Circo de Gavarnie, la fachada frontal de roca con los espectaculares pliegues retorcidos del cordal que forman, entre otros, el Casco (3012), la Torre (3009) y el Cilindro de Marboré (3252)… ¡Qué grande es la Naturaleza! Siempre me han llamado la atención estas balconadas horizontales pirenaicas, esas que por Pirineos llaman fajas, y que en esta zona nos muestran la terrible fuerza de la Naturaleza. Y ahora nos está recibiendo una soberbia panorámica del escalón superior del circo de Gavarnié, con el refugio de Sarradets en primer término y encima todos esos tresmiles bañados por el sol…
Hasta aquí la meteorología había sido más o menos buena y la previsión a dos días que habíamos consultado en el refugio español anterior nos indicaba que teníamos dos días buenos y que luego se torcía un poco… Pero en la parte francesa, que además mira al norte, la cosa cambia, y mucho, y por la tarde comenzó a empeorar y al día siguiente la bajada de temperatura se preveía como muy grande…
El refugio estaba lleno y nos quedaba la opción de dormir fuera, en las zonas destinadas a vivaquear, en la tienda de campaña. Pero como la temperatura estaba bajando a marchas forzadas negociamos la posibilidad de dormir en el comedor del refugio… Tuvimos suerte y pudimos disfrutar de una noche calentita mientras en el exterior se registraban temperaturas cercanas a los cero grados, con nieve, ventisca y condiciones propias del invierno y de la alta montaña…
Los números de este día, según el GPS, son:
-Tiempo total: 6h38´.
-Tiempo andando: 4h05´.
-Distancia recorrida: 17.26 kilómetros.
-Ascensión acumulada: 1381 metros.
-Descenso acumulado: 534 metros.
Amanece un espléndido día, caluroso y soleado desde bien temprano, en nuestro compartido palacio de piedra del Cerbillonar (a unos 1800 metros). Desayuno, vemos retornar al ganado hacia los pastos, charla con los compañeros de la habitación de al lado (iban a hacer la circular a la magna Bignamale), aseo, fotos, mochila al hombro y nos vamos para abajo, siguiendo el GR11, paralelo en muchos casos al estupendo río Ara, con su cautivador cauce, hasta bajar a San Nicolás de Bujaruelo. Disfrutamos en este recorrido de unas espléndidas vistas de unos valles colgados por encima de Bujaruelo (valle de Ordiso, valle de Otal…), estupendos bosques, un par de barrancos con riachuelos que tuvimos que saltar, oquedades en la roca… Lo que viene siendo un onírico paisaje pirenaico en toda regla… Pasamos por la cabaña de Ordiso o refugio del Vado (1591), otro lugar en el que se podría haber dormido sin mucho problema. A partir de aquí una pista nos deja en San Nicolás de Bujaruelo (1338), con su puente medieval sobre el río Ara, sus preciosas aguas cristalinas que invitan al baño, su aparcamiento, su zona de acampada, su refugio, su bar (con precios abusivos, un poco vergonzoso, la verdad)… Se nota que al lugar se accede con facilidad, en coche, moto… pues está rebosante de gente y claros signos de civilización alborotada, y alborotadora…
Alto en el camino y rápido nos ponemos en marcha de nuevo, pues nos espera la subida hasta el puerto de Bujaruelo y después hasta el refugio de La Brecha de Rolando o de Sarradets.
Salimos dejando atrás el refugio, que tiene pinta de ser cómodo, ese que antaño marras dicen que fue hospital-posada y después casa de carabineros, para cruzar el curioso puente medieval. Nuestro camino sale casi de frente, no tiene pérdida. Se le ve con solera, con historia; seguro que este camino fue importante en su día para los peregrinos, los comerciantes que mercadeaban con Francia, viajeros, ganaderos… La subida nos conduce a un bosque de tejos y en esta zona continuamente acompaña a una línea eléctrica que llega al país vecino.
Probablemente si miramos este paso desde la perspectiva de ciudadanos modernos nos va a costar trabajo comprender hasta qué punto debían ser vitales los puertos que salvaban, de forma un poco más cómoda, la cordillera… Y es que antes los coches, motos, túneles, teleféricos, carreteras y demás inventos actuales brillaban por su ausencia y eran necesarios estos pasos para comunicar el norte y el sur, las gentes de unos y otros valles… Y no debía ser fácil transportar mercancías, víveres, comunicarse… ¡No todo ha sido por placer en estos valles pirenaicos!
A mitad de la subida nos cruzamos con un grupo de scouts que suben con unos buenos armarios mochileros en la espalda, alegres y cantando algunos, con rostros de cansancio y de preguntarse quién nos mandará a nosotros, otros… Además de los armarios, portean una guitarra, algunas videoconsolas… ¡Alegría!
Pasamos al grueso de jovenzuelos, que se quedarían a pasar noche a mitad de puerto, en la cabaña de Eléctricas, y nosotros continuamos disfrutando del paisaje que nos ofrece el ir cogiendo altura. Cuando nos damos cuenta estamos diciendo Oh, la, lá… Estamos en Francia, en el puerto de Bujaruelo o de Gavarnie (2273), y cambiamos el sol de la vertiente española por la fresca sombra y el terrible viento de la zona francesa. ¡Abrigarse toca!
Es fácil darse cuenta de que el acceso hasta esta zona también es sencillo a través del coche, pues el número de personas en la zona crece exponencialmente… Choca ver en el lado francés una carretera que llega desde el pueblo de Gavarnie y que por lo que leí hace tiempo era parte de un proyecto conjunto, España-Francia, para unir Torla y Gavarnie… Pero unos hicieron los deberes y otros no… Así son las cosas…
Barrita para reponer y nos ponemos en marcha por esa zona pedregosa, rota, repleta de pedreros, en continua sombra, debajo de las impresionantes moles de los Gabietos y del Taillón, que nos introduce en la empinada subida por la zona de cascadas de agua que se desprenden del cada vez más exiguo y malogrado glaciar del Taillón. Mucha gente había aquí atascada intentando superar, hacia arriba o hacia abajo, este paso; gente agarrada a las cadenas, pendiente de no mojarse (mucho), de no resbalarse (mucho)…
Un par de esfuerzos más y, ¡voilá!, nos recibe la impresionante y más famosa brecha del Pirineo: la Brecha de Rolando, acompañada del refugio de Sarradets o de la Brecha de Rolando (2587), la majestuosa cascada (dicen que tiene unos 440 metros de alta) del portentoso Circo de Gavarnie, la fachada frontal de roca con los espectaculares pliegues retorcidos del cordal que forman, entre otros, el Casco (3012), la Torre (3009) y el Cilindro de Marboré (3252)… ¡Qué grande es la Naturaleza! Siempre me han llamado la atención estas balconadas horizontales pirenaicas, esas que por Pirineos llaman fajas, y que en esta zona nos muestran la terrible fuerza de la Naturaleza. Y ahora nos está recibiendo una soberbia panorámica del escalón superior del circo de Gavarnié, con el refugio de Sarradets en primer término y encima todos esos tresmiles bañados por el sol…
Hasta aquí la meteorología había sido más o menos buena y la previsión a dos días que habíamos consultado en el refugio español anterior nos indicaba que teníamos dos días buenos y que luego se torcía un poco… Pero en la parte francesa, que además mira al norte, la cosa cambia, y mucho, y por la tarde comenzó a empeorar y al día siguiente la bajada de temperatura se preveía como muy grande…
El refugio estaba lleno y nos quedaba la opción de dormir fuera, en las zonas destinadas a vivaquear, en la tienda de campaña. Pero como la temperatura estaba bajando a marchas forzadas negociamos la posibilidad de dormir en el comedor del refugio… Tuvimos suerte y pudimos disfrutar de una noche calentita mientras en el exterior se registraban temperaturas cercanas a los cero grados, con nieve, ventisca y condiciones propias del invierno y de la alta montaña…
Los números de este día, según el GPS, son:
-Tiempo total: 6h38´.
-Tiempo andando: 4h05´.
-Distancia recorrida: 17.26 kilómetros.
-Ascensión acumulada: 1381 metros.
-Descenso acumulado: 534 metros.
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