La sierra del Barco de Ávila y sus lagunas (Gredos)

¡Ya están por estos barrios las primeras nieves...! Aunque todavía no es una capa abundante y hermosa que tape piedras, hoyos y escobas, ya se va tiñendo el monte de blanco...
Os dejo la crónica del amigo Carlos Elías de la actividad del pasado sábado por Gredos (y en este enlace sus fotos).




Que mejor forma de empezar la temporada invernal, que hacerlo en compañía del equipo madrileño: Eva, Joaquín (track para GPS), Miguel y Culín, incansables y andarines, con ellos la dureza de la ruta está garantizada.
Vale que la piedra la tiré yo, pero tampoco hay que tomárselo todo al pie de la letra...




Quedamos en Barco de Ávila con la intención de hacer una visita a las tres lagunas de la Sierra de Barco.
Nos desplazamos hasta Nava de Barco para dejar los coches en el puente de la Yunta y subir por la Garganta de Galín Gómez hasta la laguna del mismo nombre, o del Barco. El camino no está tan bien marcado como la pista que parte desde el Puerto de Umbrias pero no es complicado, siempre manteniendo cierta distancia con el desagüe de la laguna.
En poco más de 2 h 30' estamos en la laguna; queda claro que no tendremos mucha nieve y que por tanto la progresión será más complicada.


A partir de aquí inventamos recorrido y dejamos a Miguel que improvise una salida un tanto bestia desde la laguna en busca del collado que todavía no podemos ver. No hay camino marcado y con la intención de evitar las escobas seguimos una pedrera dura de subir.
Sobre la cota 2000 encontramos la escasa nieve, suficiente para esconder las trampas en forma de huecos entre las piedras; la progresión es lenta para no "meter la pata".


Llegando al collado de la Portilla Honda las vistas son espectaculares: En primer plano, abajo, la laguna de los Caballeros, completamente helada; a nuestra derecha el Juraco y la Covacha, y a nuestra izquierda la cuerda que termina en el Alto del Corral del Diablo. Esta vez no tenemos tiempo para bajar a la laguna de los Caballeros, lo dejamos para otra ocasión.




Comida rápida y continuamos por la cresta en busca de un camino que no existe y que por un recorrido durito nos deja en el alto del Corral del Diablo, 2370 m. marcan los GPS (2366 los mapas) y será nuestro punto más alto. Desde aquí todo bajada, eso sí, sin perder el tiempo, son las 16 h. y nos quedan poco más de 2 horas de luz para volver a los coches.


Bajamos a la laguna de la Nava desde donde podemos contemplar el magnífico circo del Corral del Diablo con sus cascadas en formación, es, de los tres, el que más nos gusta, pero no podemos quedarnos a contemplarlo demasiado, la luz empieza a escasear.
La orientación norte del sendero hace que no podamos relajarnos, el hielo se conserva estupendamente en el camino y, con la falta de luz, se confunde con la piedra y nunca tienes claro si pisas uno u otro.


La última hora de camino la hacemos con los frontales que no deben faltar en cualquier mochila, sea la ruta que sea, esto nos permite llegar sin mayor problema a los coches que ya se empiezan a cubrir de hielo.


Unas cañitas en Barco para terminar de saborear la ruta y un hasta la próxima, que puede ser en Navacerrada, Gredos o cualquier otra sierra con suficiente terreno como para darse un garbeo de 9 h.

Comentarios

  1. Ya echaba yo de menos una crónica del liante y esas fotos. Muy buena descripción, esta claro que tenemos que hacer mas rutas para que las puedas contar así de bien.

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