Laguna Grande de Gredos: primer vivac de Luna
Como los salandareños somos culos inquietos y mentes abiertas, pues el caso es no parar.
Y Sánchez nos cuenta su experiencia personal, que algunos tacharán de 'están locos estos romanos' y se frotarán los ojos, pero que otros aún nos estamos limpiando la babilla de la comisura de los labios y diciendo aquello de 'qué suerte tienen algunos-as'.
En lugar de escribir mi versión, que perdería mucho, os copio-pego las palabras de Sánchez. Así leéis de primera mano sus palabras, que dan una envidia... sana, sana, culito de rana.
Gracias por compartirlo, Sánchez, y enhorabuena por la actividad.
Este fin de semana nos escapamos tras una propuesta de Angélica a dormir al circo de Gredos al pie de la Laguna Grande.
Iba a ser una travesía dura ya que nos llevamos a Luna con nosotros.
Fuimos con unos amigos y vecinos de Doñinos, en total seis personas, dos matrimonios y dos niñas de dos y tres años, para las que iba a ser su primera experiencia en este tipo de pernoctas.
Salimos de la plataforma a las 20:10 del viernes cargados con nuestras mochilas; unas las de las mamás cargadas hasta arriba con sacos de dormir, esterillas para todos, ropa de cambio y agua. Las de los Papás cargadas con Luna y Estefanía y con todo lo que cupiera en el compartimento de la mochila (en la mía "por desgracia" cabía toda la comida y la camel back de 2 litros de agua) en total 27 kilitos a la espalda y camino a la Laguna Grande de Gredos.
La travesía estupenda, apenas sin gente y muchos animales que ver... Primero vacas y toros que hacen muuuuuh, y luego unas cabras con unos cuernos muy grandes que hacen pupa (eso decía Luna).
Llegamos al mirador aún con buena luz y apenas sin descanso para que ésta no desapareciera continuamos hacia el "gran lago".
La bajada muchos ya la conocéis, algo pesada pero amenizada a esas horas por salamandras y sapos.
Nuestra sorpresa al asomarnos al circo fue la cantidad de neveros que hay este año y como dice Luna "si hay nieve a lo mejor llega Papá Noel".
A las 22:30 llegamos al pie del refugio. Buscamos un buen sitio para hacer el vivac y listo.
Cena en el comedor y a ver las estrellas y las luces del cielo con Luna.
Teníais que haberle visto la cara, "maravilloso"; al momento se te quitan todos los dolores de espalda y las preocupaciones del trabajo.
A la mañana siguiente despertar al pie del preciado Almanzor y vuelta a la plataforma, amenizado todo el camino con canciones tipo "la vaca lechera, o el burrito Pepe"
Una ruta especial y que estoy seguro no olvidaremos.
Un abrazo
Luna, Angélica y Sánchez
Si es que sois unos valientes...
ResponderEliminar¡Vamos!
A seguir disfrutando de la vida.
que envidia esto si que es vida
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