Nicole et Martin, ¡más que circo!



Si sois curiosos, de mente más o menos abierta, con afición por el circo y/o el teatro, la magia de los cuentos, y os embargan las ganas de disfrutar, de conocer formas de ver y vivir el mundo, no os podéis perder alguno de los espectáculos de Nicole et Martin, More than a theatre. Andan estos días rodando con su caravana por la Piel de toro, pero estarán poco tiempo por España, no digo más…
Si quieres saber quiénes son, date una vuelta por su web, que es muy bonita y está repleta de material, calendario de la gira, fotografías, etc.






Estuvieron actuando en la edición 2018 del festival Internacional de Circo de Castilla y León en Ávila, pero, muy a nuestro pesar, no pudimos verlos. Allí tuvimos la suerte de hablar con Manuel, de EJE producciones culturales, y nos comentó que estarían, unas semanas después, en Santa Marta de Tormes. ¡Gracias, Manuel!



Y allí estuvimos, en la I edición del Festival internacional de saltimbanquis, volatineros y genios sin botella `Volatiritormes´ en la vecina ciudad salmantina.
Sin duda, un auténtico lujo.





Nosotros, que a estos eventos siempre acudimos con nuestro retoño Diego, en principio, estábamos un poco recelosos ante el ir o no ir. La temática que Nicole y Martin han elegido como hilo conductor de sus espectáculos son varios cuentos de los hermanos Grimm. Y muchos de los cuentos que allá por el mil ochocientos y poco recopilaron de la tradición oral alemana estos dos hermanos no es que sean muy dulces, muy para niños… Estos mitos o leyendas del pueblo esconden, o no esconden y muestran sin reparo, abandonos de hijos, apariciones de terribles monstruos, dramas, maltratos, y temas un poco ‘duros’… De ahí nuestra duda inicial…
Pero ante la recomendación de Manuel, nos fuimos el jueves para Volatiritormes. Al final, repetimos el viernes, el sábado y el domingo. Disfrutamos de Hansel y Gretel, La doncella sin manos, El pescador y su mujer y Juan de Hierro (las fotografías que acompañan este artículo son de este último espectáculo).







Nos encontramos, de inicio, con una carpa blanca preciosa, diseñada, se palpa, con amor y cariño. Blanco puro, inocente, bondadoso. Una carpa donde no sobra nada, todo está cuidado con mimo, construida con cálidos tirantes y soportes de madera, engalanada con detalles bien pensados y trabajados, minimalista, cómoda, accesible, con visibilidad desde cualquier zona donde te sientes. Un acierto.






Los cuatro espectáculos que ofrece esta gran compañía bailan con ternura entre el teatro y el circo. Con espléndidos y sutiles aderezos de acrobacias, músicas, bailes, cánticos, trucos, malabares, equilibrios… Nicole y Martin nos dibujan magistralmente con sus actuaciones una mezcolanza que nos transmite esa intensidad inmersa en las historias populares de los hermanos Grimm. ¡Qué buenos son! Poesía visual. Arte emocional.
Cada cuento que vimos, ¡vivimos!, está perfectamente adaptado y escenificado; tanto Nicole como Martin transmiten con pasión una tremenda fuerza y poder presencial en cualquiera de las escenas, con cualquiera de sus  movimientos, de sus miradas... Y dominan mil y una técnicas, son capaces de conectar con los espectadores sin perder un ápice de concentración, nos regalan risas y momentos cómicos, impresionantes acrobacias de pareja, equilibrios sobre cuerdas finas o gruesas, números con sábanas, pegadizas canciones poéticas acompañadas de acordeones, bombos, platillos, arpa, violonchelo, flautas, guitarras, gaitas… ¡Qué polivalencia, oiga!





El vestuario es precioso. Sencillo, pero sin ser chabacano, de calidad, con curiosas máscaras, con telas coloridas, cómodas para su números y tremendamente llamativas. ¡Un acierto!, otro más…





Y es de agradecer, y mucho, el tremendo esfuerzo que ambos hacen para narrar en castellano… Por cierto, no están solos; además de montadores, conductores, taquilleros, técnicos de luz y sonido, ayudantes, etc., también en alguna de las obras los acompañan sus hijos, Samuel y Sacha. ¡Vaya familia más especial!





¡Grandes, muy grandes! En cualquiera de los cuatro pases estos elegantes virtuosos nos han regalado infinidad de momentos de revelación circense, perfectamente integrados en el diálogo de la obra, rebosantes de intensidad, transmitiendo alegría, pasión, imaginación, humildad, sorpresa, felicidad, asombro… Cada momento en la actuación tiene su sentido. ¡Qué bien estudiado y ejecutado! Son valiosas píldoras de circo contemporáneo rodeadas de magnánima técnica, generosidad, sutileza, rigor, perfección, benevolencia, juegos, descubrimiento de un buen número de instrumentos musicales, desprendimiento de energía positiva… ¡Son maravillosos!





Intuyo que han ideado y creado estos espectáculos con mucho cariño. Se los ve disfrutar en el escenario. Y, además, lo transmiten con gran fuerza escénica, con ritmo, con energía, con números limados a base de, supongo, innumerables horas de duro entrenamiento… ¡Y siempre con una sonrisa en la boca!




Todo tiene su lugar.

Han sido momentos de Camino, gozosos regalos de instantes para pensar, para reír, para disfrutar, para sorprendernos, para escuchar…
Todavía hoy tengo un revoltijo de voces que me susurran para acerarme a alguno de los espectáculos vividos en días pasados. Todavía hoy continuo con las pupilas dilatadas y la boca abierta. Todavía hoy sigo asombrado por lo depurado de su espectáculo, de lo que transmite todo él, toda la familia. Fueron momentos mágicos.
Como he leído en la página web de EJE producciones culturales: "La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación."
¡Nos habéis enamorado!
¡Enhorabuena y gracias!, sois entes celestes…

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