Ruta BTT desde Malpartida, Cabezas del Villar, Pascualcobo, callejas y vuelta


¡Que estos bichos no son mis amigos, que me los han cambiado…!
Que yo venía a dar un paseo y han salido a un ritmo infernal, mortal de la muerte, sin respetar a las personas humanas… ¡Cómo máquinas!
No soy rencoroso, y no voy a entrar en aspectos sórdidos, que los hay, o en descalificaciones, que bien podría... porque me han dado una paliza de aúpa estos jovenzuelos. ¡Ni grabar a gusto me dejaban! Si me descuidaba dándole al botón, ya los perdía de vista… ¡Vaya ritmo, oiga! ¡Van a llegar sobre-entrenados a la Transmorucha!



Salimos de la plaza de Malpartida ya dando zapatilla, algo que es hasta cierto punto normal ya que el terreno nos recibe cuesta abajo. Y ya se sabe que a bajar todos los santos ayudan... Pero cuando se puso empinado, ¡seguían al mismo ritmo! ¡Qué tíos!
Al final nos hemos dado una vuelta maja, pasando por Cabezas del Villar, Pascualcobo y un buen número de callejas con sus barros, hierba, agua, charcos, rosales silvestres y zarzas que te atrapan... ¡Una gozada!
También nos regalamos una rápida incursión en la Cañada Occidental Soriana, ¡que nos conocemos un buen charco!
El campo, aunque me repita en los post, está precioso. Esa es la realidad. Ya vendrá agosto y nos tocará tragar polvo, pero ahora da gusto. Supongo que el ganado estará tan contento, y los ganaderos más, ¡hay pasto para aburrir!




En lo relativo a la BTT, a mí me habría gustado un ritmo más lento (o no), con más charla entre medias, ya sabéis que nos gusta darle a la lengua, y más en estas rutas en las que hablamos de folklore y de aspectos que nos hacen salivar pues somos expertos en viandas de la tierra, tanto como para componer un día un completo vademécum culinario de la zona. Tendremos que sentarnos delante de una mesa, con tranquilidad y suculentos platos, buen Virutín para lubricar el gaznate, y así dar forma al invento.



Rematamos la jugada con tres noticias.
La primera mala, bien mala, pues alguno de los senderos por los que transitamos habitualmente con la BTT, el de Los Molinos, y que han sido forjados siglos atrás por nuestros abuelos de civilización rural, se están perdiendo gracias a las máquinas que el señor alcalde de Malpartida o los señores de Diputación están poniendo a circular por la zona; ¿no tendrán mejores cosas que arreglar?
La segunda, bien buena, que el río Margañán aún baja bien cargado de agua, aunque ahora no hay cabra loca sobre burra mecánica que lo atraviese: ¡tiene más arena que la gravera de Chemademán!

La tercera, bien requetebuena, ¡rematamos la jornada en Casa Candi!, al más puro estilo transmoruchíl de la pradera.

Otro día estupendo, ¡¿qué le vamos a hacer!?

Y como muestra, el track y un vídeo que tengo colgado en el Youtube de la pradera.

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