Otro intento al Púlpito, Sierra del Barco, Gredos

Con lo bueno que hacía el viernes y la que cayó ayer domingo...

El día amaneció gris, muy gris... Unos teníamos planes bautismales (y salimos a las seis y media largas de Las Cabañas), otros estuvieron en alguna que otra media maratón (Madrid, Zamora...), la sección de Madrid pasó el fin de semana subiendo picos en torno a la Laguna Grande de Gredos y otros, como Miguel y Carlos, se acercaron a la Sierra del Barco, en la búsqueda y conquista del Púlpito.
De esta última actividad, y como bien nos cuenta Carlos Elías, la meteorología no fue nada propicia, y no pudieron hacer lo que estaba previsto.
Os copio las palabras de Carlos, que describen de primera mano la aventura...
El día comenzó lloviendo nada más salir de casa, a pesar de todo continuamos, con la esperanza de que abriese algo... Nada más lejos de la realidad... Empezamos la caminata desde Navalguijo con el paraguas abierto y la capucha echada.
Ya nos avisó un paisano de que nos olvidáramos de cruzar la garganta, que el caudal había subido mucho los últimos días; y así fue. Cuando llegamos al desvío para continuar hacia el circo del Púlpito, comprobamos que no sólo nos tendríamos que mojar si no que el caudal era lo suficientemente fuerte como para pensárselo muy mucho, por el riesgo de que te arrastrase.
Ante esta perspectiva y que la niebla y/o la lluvia nos envolvía, decidimos hacer la subida hacia la Laguna de Caballeros y si el día mejoraba llegar hasta ella.
Cómo esto no pasó y además la niebla no nos dejaba ver nada, ni hacer fotos siquiera, después de 2 horas y media de marcha decidimos darnos la vuelta y a la una y media estábamos en el coche, justo a tiempo, antes de que cayera la del pulpo.
Paradita en un bar de Navalonguilla donde, acompañados por unos torreznos de los de antes, el paisano nos contó sus historias de cuando guarda y de cómo acompañó a los señoritos cazadores que llegaban a pagar 2,5 millones por un macho, manda narices…
Un buen remate para un día gris, en el que por lo menos matamos el gusanillo y dimos un paseo a ritmo de charla, que siempre es agradable.

Puedes ver aquí unas fotos que nos ha facilitado Manjón.

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