En mayo por Solana de Ávila

Este sábado, nos cuenta el amigo Carlos Elías, autor de este artículo, surgió la oportunidad de acompañar al amigo Joaquín en una de sus correrías por montaña.
Tantas veces nos oyó hablar de la que consideramos nuestra Sierra de Solana, que fue él quien me llamó para proponer una ruta por esta zona.
Se trataba de realizar un recorrido lo más completo posible que permitiera conocer este pequeño rincón, pero con un importante ambiente montañero.
El pasado mes de marzo, unos cuantos miembros del Club, intentamos esta travesía sin poder completarla por las condiciones de hielo y nieve en las proximidades de la Portilla de Talamanca. Ya en otra ocasión al amigo Juli y a mí se nos había resistido en sentido contrario cuando regresábamos de la zona de Hoyamoros, ésta podía ser una buen ocasión para completar su paso.



Quedamos en Piedrahíta, Joaquín vino acompañado por otros "galgos": Miguel, Paco "losaez" y Paco "culín". Todos buenas piezas que en rutas como ésta, o la pasada en la zona de La Mujer Muerta, se están quedando sin amigos a quien engañar para que les acompañen en sus correrías por el monte.
Sobre las 10:30 comenzamos a andar en la central del Chorro, con la grata sorpresa de encontrarnos al amigo Sánchez que también subiría a las inmediaciones de la Laguna para participar en un curso de escalada; ya nos comentará sus impresiones.
Después de la parada obligada para mostrarles el refugio de la Laguna, atravesamos el dique para, bordeando la laguna, subir por la canal que hacía un par de meses estaba cubierta de nieve dura... Ahora hay que ir sorteando escobas y piedras.
El acceso a la Cuerda de los Asperones, en esta ocasión, lo hacemos un poco más abajo con la intención de acercarnos o ver la Laguna Negra que en otras ocasiones se nos ha escondido. Enseguida, con la ayuda de los mapas del GPS de Joaquín, la localizamos escondida tras unos riscos y prácticamente cubierta de nieve.
Continuamos por la entretenida cuerda hasta llegar a la zona próxima a la Portilla de Talamanca. ¡Qué diferencia con lo visto en marzo! Aunque siguen quedando algunos neveros importantes, la nieve es transitable, lejos de los palas de hielo que nos encontramos antaño. Algunas variantes que hicimos entonces, ahora no son necesarias, porqué los pasos normales están limpios de hielo. La misma portilla con su patio a ambos lados, se nos muestra accesible y disfrutona.
Pasada esta zona podemos parar a comer antes de que las nubes que amenazan lluvia nos fastidien el día.
Hacemos una visita rápida al Torreón y a toda la zona que nos muestra el circo de Hoyamoros.
Durante todo el recorrido, mis compañeros de ruta no paran de sorprenderse por lo abrupto del terreno, los cortados y agujas que se nos muestran.
Continuamos subida hasta La Ceja y retornamos por la cuerda que nos permitirá distintas vistas de las Lagunas del Trampal, ya libres de hielo y nieve.
El descenso no hubiera tenido más historia si no fuera porque, a pesar de nuestros esfuerzo por no perderle, el camino desaparece en ocasiones entre las escobas, ¡cada vez son más grades! y hay que pelearse literalmente con ellas. Para terminar de rematar empieza a llover con fuerza. Durante un buen rato al agua que cae hay que sumar la que nos regalan las escobas; terminamos empapados de cintura para abajo.
Sin no pocos esfuerzos conseguimos llegar al sendero de la Laguna para retornar sin más problemas a la central del Chorro después de completar una muy sugerente travesía. El GPS de Joaquín soltó unos datos interesantes que justificaban el dolor de piernas: aprox. 18Km y 1800 m de desnivel acumulado, en 8 horas de actividad.
Hay que hacer notar que cada vez más gente se acerca a esta zona, encontramos varios grupos haciendo recorridos similares al nuestro.
Espero que no sea la última vez que coincidamos en esta zona tan cercana al Club Salandar.
Unas cuantas fotos. Y el track de Joaquín.

Comentarios

  1. ¡¡Vaya, vaya, vaya... menudas máquinas!!
    ¡Tenéis un peligro infinito...! Cada vez que os juntáis no es para dar un paseo precisamente... ¡Vaya fama están acaparando algunos, ¿eh, pollos?!
    Yo con estos galgos sólo quedo para comer, je, je... ¡vaya campeones!
    Por cierto, ¡apareció Culín...! Creíamos que era parte de la imaginación de los galgos madrileños... je, je,...
    Estupenda ruta, compañeros... ¡Sois unos fenómenos!
    Me alegra saber que os encontrasteis con Sánchez... Ya nos contará qué tal le fue por el curso de escalada.
    ¿Cómo íbamos a encontrar la laguna Negra...? ¡Si está escondida! ¡Buena localización, sí señores!
    Veo que la portilla, disfrutona, como vosotros decís... se ve ahora con otros ojos.
    Y también me alegra que os gustara 'nuestra' zona...
    Lo dicho, enhorabuena por la actividad y a ver si nos vemos... ¡en los bares!, je, je...
    Un abrazo a todos.
    Lillo

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