Cinco Lagunas, Gredos, ruta invernal con Salandar

Seis bajo cero cuando paramos a desayunar. No está mal para un domingo por la mañana en Barco de Ávila...
Me acordé de mi amigo Capi, que estaría en esa misma localidad, con su calefacción y abrigado bajo unas calentitas mantas.

Pero este fin de semana tocaba madrugar para realizar una actividad montañera por el Parque regional de la Sierra de Gredos. Intuyendo que la zona del macizo central estaría rezumando tintes hormigueantes, siguiendo la premisa de "es invierno, sale el sol, ¡nos vamos a Gredos!", los amigos de la sección montaña del Club Salandar decidimos desplazarnos desde Peñaranda hasta una zona menos concurrida: Cinco lagunas. Y así fue, no nos encontramos un alma en todo el recorrido


Aparcamos a la vera del Tormes, junto a chopos y alisos deshojados que acusan el fresco invierno, en Navalperal de Tormes, ese pueblecito serrano abulense que ha sido base de tantas aventuras por la zona.
Mochilas al hombro y nos dirigimos los siete magníficos, con ritmo acompasado pero vivo, hacia el alejado circo glaciar de Cinco Lagunas, uno de los más hermosos y recónditos parajes de Gredos, pero con una larga aproximación.
Tomamos las pistas que progresivamente van subiendo, casi engañándonos, y en nuestro avance disfrutamos del cantar de los ríos que nos regalan el soniquete del abundante agua que baja por los distintos arroyos para alimentar nuestro querido Tormes. Con la helada nocturna y matutina el suelo nos recibe duro como una piedra; en nuestro avance pisamos algunas hojas de robles, regatos helados y al ir ganando altura nos encontramos con varios servales por esta garganta del Pinar. 


La mañana se presenta tranquila, disfrutona, fresca y con feos nubarrones (que luego desaparecerían) al fondo; cuando nos damos cuenta, entre charla, chascarrillos y zancadas, nos topamos con el chozo de la Barranca, con su techo nuevo (hacía unos años que no veníamos por aquí, no sé el tiempo que llevará el chozo arreglado, ¡estupendo!)


A partir de aquí nos calzamos los crampones, pues el camino comienza a estar alfombrado de nieve dura, ¡qué gozada! Hacía tiempo que no teníamos una nieve tan buena para progresar, una nieve durita, de esa que cruje cuando las afiladas puntas de los crampones apoya sobre ella. ¡Qué sonido más bonito!
Seguimos subiendo y en los prados verdes y tiernos que no presentan nieve nos tropezamos con algunos rebaños de cabra montés, los primeros colchicum de la temporada que van anunciando la primavera (¡qué cosas!, si casi no hemos tenido invierno) y llega un momento en el que sólo vamos viendo espino albar, piornos y enebros... ¡Señal de que ya estamos altos!


Nos da la bienvenida la zona de la Majada de la Escoba, con su pequeña y ahora helada laguna de la Escoba, o de Majalaescoba, y desde aquí, a lo lejos, se van atisbando esos majestuosos murallones que rodean la Hoya del Belesar, con paredes hoy blancas, gracias a la nieve o el hielo que se ha pegado en ellas. No hay mucha nieve, la verdad; y la que hay, está bastante alta. Eso sí, como ya he comentado, la calidad, al menos este día, es maravillosa


Nos embelesamos acometiendo el último apretón, ¡vaya subida más guapa!, y nos ponemos en el impresionante Circo de Cinco Lagunas, con su Laguna Bajera, completamente helada, a nuestros pies.
Un ratito para el disfrute... 


Impresionantes vistas de estas murallas de granito hoy heladas, con esos cuchillares de grandes bloques rotos de piedra, portillas repletas de nieve, cumbres como la Galana, el Risco del Gutre, el Risco de las Cinco Lagunas...
Hoy no nos hace falta ir más lejos, que las horas de luz son las que son, y la ruta es larga. Habría estado bien subir hasta la cresta y asomarnos al Gargantón, escalar algún picacho, bordear las lagunas... Pero lo dejamos para otra ocasión...



Nos bajamos bien contentos a la hoya del Belesar, o hoya de las Berzas (no tengo claro lo de los nombres, ya lo siento), para dar buena cuenta a los caldos de nuestros termos, las viandas, los dulces de Tiedra... ¡Un privilegio!
En este pétreo comedor, con preciosas vistas y estupenda compañía, hubo que ponerse las chaquetas de pluma porque aunque estábamos al sol, el viento era de los finitos que se te meten por el costado. Aquí el colibrí Manjón recibió lo suyo, al dejarse su plumas calentito en casa... No se quejará, le dimos guerra toda la mañana...


El regreso, prácticamente todo descenso, lo hacemos a buen ritmo, aunque las últimas pistas que nos dejan en los coches, por la mañana heladas y ahora con barro y abundante agua, se hacen algo pesadas. ¡No olvidemos que esta ruta es larga!, pero es parte del secreto y gracias a este detalle la zona está sin masificar y libre de turisteo...




¡Una extraordinaria jornada de montaña invernal en buena compañía!

Y como somos muy apañados, aquí tenéis el track de la ruta y algunas fotos de Manjón, de Vegas, de Sánchez, de Manolo, de Carlos Elías y mías.

Comentarios

  1. Como os lo pasasteís...una maravilla siempre 5 lagunas...
    Un abrazo

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    1. La verdad es que salió todo redondo, Isma. Este paraje es maravilloso y el día acompañó en todos los sentidos.
      A ver si un día coincidimos.
      Un abrazo, compañero.

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  2. De que fué un gran día dan fe las fotos, esas sonrisas, esa luz y esa nieve dura....
    ¡Vamos!

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  3. Que pinta mas buena tenia la nieve, debía de estar todo precioso, seguro que lo pasasteis muy mal. Buena actividad.

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    1. La nieve, amigo Juaquiver, ¡extraordinaria! Los elefantes de la montaña, como yo, agradecemos la nieve durita en la sierra para no meter la patita hasta las ingles (esa nieve inglesa de la que tú me has hablado en algunas ocasiones, je, je...)
      Una pena que no te pudieras sumar a la fiesta.
      ¡Más habrá!
      Salu2.

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  4. Despues de una marcha de ocho horas por la montaña ,de llegar sin pellejo al coche, de no poder dormir de puro cansao.......Despues de todo eso ......Sin duda soy un PRIVILEGIAO. Por tener unos amigos como los que tengo, por ver unos paisajes como los que veo,por llegar a donde llego ......Y por no llevar el plunas el domingo.
    Besos COLIBRIS

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    1. Je, je... ¡Ay, colibrí!, mira que no llevar el plumas...
      Un abrazo, amigo Miguel, ¡somos unos privilegiados...!

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  5. Fue espectacular, que día mas maravilloso. Creo que es lo mejor que he hecho en mi vida. Buena ruta, buena gente y buen día, no se puede pedir más.Espero repetir muchas veces, pero la primera no se olvida nunca.

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    1. Me alegra saber, amigo Manolo, que lo pasaste bien.
      La verdad es que el lugar es espectacular, la jornada nos regaló un precioso día y la compañía fue magnífica.
      ¿Qué más podemos pedir?
      ¡Un privilegio!
      ¡Más habrá!
      Saludos cordiales.

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  6. ¡Coño, Ángel, a ver si me llevas a una de esas, pero a cuestas! ¿Eh? Que yo ya estoy muy mayor

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    1. Je, je... no seas llorón, que estás hecho un chaval...
      Va a tener que ser a patita y con tu propio esfuerzo, que yo ya no tengo las espaldas para cargar más que con el mi Diego, ¡y poco!, je, je...
      Fue una gran jornada de montaña invernal, la verdad... ¡Y con buenos amigos!
      Gracias por pasar y comentar, Pepe.
      Saludos.

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