Actividad invernal por Solana y bautizo del amigo Hugo

Y después de un largo tiempo, por fin, pudimos organizar la salida de fin de semana con pernocta en la sierra.
Se nos quedaron varios amigos en tierra (el mi Juli con sus piedras, Sánchez con las guardias hogareñas, José Antonio con su retén, Vegas con sus bichos, Dudu con su dedo, Emilio y su rodilla, Carlos, Agus, Pini, Juli el rumano, Javi 4000, Chema...), y es que, como dicen por aquí, nunca llueve a gusto de todos. ¡Qué más habríamos deseado que juntarnos 14 en lugar de 7!


Habíamos quedado en el taller de Manjón, en Peñaranda, como otras tantas veces... Y nos subimos a los coches, para desplazarnos hasta la central de El Chorro, en Solana, siete cabras: Hugo (el león de la escayola; ¡en su bautizo serrano!), Miguel Manjón (eternamente joven), Carlos Elías (el padre de la criatura), Pepe Tiedra (el de los lazos ¡qué ricos!, la madera,...), Sebas (montañero en ciernes), Manolo (el hombre de la Nieves) y yo mismo.

Allí, en el aparcamiento de la central, contemplando con más miedo que vergüenza el gran paredón que la naturaleza nos regala a la vista, metimos como pudimos todos los trastos en las mochilas (o armarios) y... ¡a la espalda!
¡Por dios!, ¡¿qué metéis en las mochilas?! ¡Vaya peso!
En media hora estábamos en la laguna del Duque que, con la ampliación de la represa es, según dicen, la laguna más extensa y con más capacidad de Gredos.
Montamos el campamento en la cabaña (de Iberdrola) y nos dimos una vuelta para coger agua (había que cocinar), estirar las piernas, ver-enseñar a lo lejos, enfrente nuestro, Hoyo Malillo, a nuestra derecha la Cuerda de La Ceja y a la izquierda la Cuerda de los Asperones con el Risco de La Campana (por donde subiríamos al día siguiente).
¡Buena noche la que nos regaló esta época del año! Un disfrute compartiendo, con los amigos y bajo la tenua iluminación de la chimenea y las velas, diversos chascarrillos, dulces, viandas y licores.
¡Dormimos como leones en ese hotel de cuatro estrellas!
Y a la mañana siguiente, tempranito, ¡diana!
Preparación de desayuno, mochilas y a darle caña al cuerpo... Cruce de-por el dique, bordeamos la laguna y a subir una estupenda canal de nieve dura que nos llevaría a los prados debajo del Cerro de la Campana (2095 m). ¡Vaya vistas! esta canal, disfrutona, es un inmejorable mirador de donde se tiene una amplia perspectiva de la laguna del Duque.
Vimos de primera mano que el conocido por nosotros como "el caseto de pastores de arriba" está casi en ruinas. Lo que venía siendo una predicción, muy a nuestro pesar, se ha cumplido. Las inclemencias meteorológicas han podido con su tejado y, si nadie lo remedia, también podrá con sus paredes y cimientos...
¡Vamos para arriba, que queda mucho día!
Desde estas alturas, muy cerquita del puerto de Tornavacas, el panorama que se divisa es realmente impresionante: el valle del Jerte, con las laderas oscuras sobre las que resaltan las edificaciones de los municipios, la organización del terreno en terrazas y la gran cantidad de pequeñas nubes arbóreas que en esta época del año muestran los cerezos en flor.
Muy bonito, sí señor.
Nosotros, para arriba, pues la idea era subir hasta Los Asperones, cruzar la portilla Talamanca (2.250 m) y volver por la otra cresta hasta la laguna... Pero cuando llegamos a la portilla, que ya de por sí, en situaciones "normales", tiene lo suyo, vimos que en esta ocasión la zona está un poco complicada (un poco mucho). Reunión de pastores. Decisión: vuelta por donde hemos venido, que no hay que demostrar nada a nadie...






Dicho y hecho... Buscamos un lugar recogido para comer (¡por fin!, ¡vaya hambre, ¿verdad, Hugo!?) y ante el brusco cambio de presión y la rápida presencia de nubes decidimos no perder mucho tiempo... ¡Para abajo!
¡Vaya disfrute de bajada! Hasta que llegamos a la última canal, la primera que habíamos subido con nieve dura y crampones por la mañana... El sol había hecho su trabajo y nos tocó pegarnos con la nieve, los hoyos, las escobas,...
Regreso al caseto, recogida de enseres y bajada disfrutona hasta los coches.
¡Un fin de semana fantástico! ¡Estaba todo de un bonito!, ¿verdad, Miguel?
Otro día más.
Os dejamos el track y las fotos de Miguel Manjón, Sebas, Pepe y las mías.



Comentarios

  1. A meterles el gusanillo a las generaciones que vienen... si señor. El paso de la portilla sin asegurar con las condiciones de hace 15 días era para temerarios...la edad de las temeridades a mi ya se me paso...(hay sonrisas que traen corduras...y buenas cordadas...)

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  2. Hola Isma.
    ¡Más razón que un santo!
    Gracias por la visita y por el comentario.
    Seguimos en contacto.
    ¡A disfrutar de la vida!
    Lillo.

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  3. El hombre, cuando pasan los años, vive de los recuerdos que acumuló en su vida. Nosotros, con este tipo de experiencias, seremos de los más ricos, pues tendremos un carro de buenos, qué digo buenos, buenísimos momentos para recordar y compartir con los amigos.
    Porque al final de lo que se trata es de vivir, de vivir lo más intensamente posible y que le quiten a uno lo bailao. Saludos de un bailarín. Miguel Manjón

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  4. Hola, Fred Astaire, je, je,... ¡Qué sé yo de buena tinta que tú de bailarín tienes poco!, je, je,...
    Me alegra leerte, sito Manjón.
    A ver si seguimos acumulando juntos mil y una experiencias.
    Un abrazo y a disfrutar de la vida...
    PD: ¡Qué bonito estaba todo!, je, je,...
    Lillo

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