La magia del otoño por el valle de Ambroz



En las estribaciones de la Sierra de Gredos, al norte de la vecina comunidad extremeña, nos encontramos con el valle de Ambroz, una comarca que goza de un paisaje y un entorno natural envidiable, de gran belleza en cualquier época del año y que se acentúa de manera soberbia, a mi juicio, en los meses de otoño.
Y allí nos hemos desplazado desde Peñaranda, con la familia del Club Salandar y la Asociación Juvenil Peñarandina, llevados de la mano de Carlos Elías, para disfrutar, con mayúsculas, de una ruta de casi 18 kilómetros.
Sobrepasando la treintena de andarines, gran parte de ellos jóvenes, o muy jóvenes, comenzamos el camino en La Garganta, uno de los ocho pueblos que forman esta comarca. Entre las variopintas huertas y los castaños, robles, alisos, nogales, fresnos y otras mil y una especies más de plantas que inundaban los bosques con sus infinitos verdes, rojos, ocres y amarillos, desarrollamos no sólo la actividad de andar, con sus subidas y bajadas, sino otras tantas complementarias y afines al ser humano: observar, charlar, cantar, recolectar, comer, fotografiar, leer, hablar, conversar, volver a hablar, comer, silbar, cantar, recolectar, conversar,…
Entre unas cosas y otras nos plantamos a la hora de comer en Hervás, donde estaban Luisa, Manoli y otras tantas socias y amigas de Salandar. Allí comimos, junto al río, compartiendo viandas, caldos y chupitos. Otra gozada más para el cuerpo… Y el espíritu.
Los más jóvenes aprovecharon para llenar aún más el río de piedras, ver cómo Ronda se daba un baño, salpicar a unos y otros, cazar palos,… Parece mentira la energía que tiene esta juventud…
Y después de dar buena cuenta del banquete, ¡nos ponemos de nuevo en marcha!
Otra nueva dosis de disfrute para los sentidos entre bosques, castañas, endrinas, manzanas, uvas, setas, moras,… y más y más impactantes colores que inundaban nuestras retinas.
Y así hasta llegar a Gargantilla, donde ya nos esperaba nuestro amigo y estupendo conductor, Jaime.
Un gran día, sí señor.
Tendremos que repetir por esta zona, pues son muchos los senderos que recorren estos montes…
El día para las fotos estaba complicado. Precioso, pero complicado. Os dejo algunas fotos que amablemente comparten con nosotros Miguel Manjón, José Antonio Vegas, Eutiquio, Rosa y las mías.

También tenéis el perfil de la jornada (altura, kilómetros y evolución de la temperatura):










Y aquí, a través de Wikiloc, el track de la ruta.

Comentarios

  1. El otoño, es una época preciosa para salir al monte, debemos aprovecharla....colores ,setas, castañas, bayas, amigos , conversación, merienda, todo merece la pena vivirlo y sentirlo. Tenemos que salir más a menudo, con o sin GPS. Saludos, Miguel

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