Raúl Allén, ilustrador con magia en la mirada

Este pasado jueves recibí la noticia de mi buen amigo Jose ‘Coco’, que conoce mis inquietudes por cuestiones relacionadas con las artes, de que esa misma mañana un ilustrador vendría al Centro de Desarrollo Sociocultural, CDS, de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, FGSR, para ofrecer un par de charlas a los alumnos del IES Germán Sánchez Ruipérez y del Colegio de la Encarnación de Peñaranda de Bracamonte. Inevitablemente me viene a la memoria otro ilustrador y amante del mundo del cómic, el compañero Alberto Martínez, y otro gran ilustrador, el amigo José Raúl Casas...
¡Qué suerte tienen estos alumnos! Espero sepan aprovechar tantas buenas oportunidades.
Me acerqué hasta el CDS y descubrí que era Raúl Allén, uno de los ilustradores que sigo a través Twitter e Instagram desde hace tiempo. ¡Qué buen invento esto de las Redes sociales!
Raúl es un artista con el vicio de dibujar en el cuerpo. Por sus venas rezuma misterio, fantasía y la pasión por crear, ya sea con tinta en uno de sus cientos de cuadernillos, ya sea en sus aparatos e instrumentos digitales. ¡Qué capacidad! ¡Qué bellos resultados!



Entre charla y charla, mientras salen del aula los alumnos del IES Germán y entran los chicos de Secundaria de La Encarnación, él atiende una llamada telefónica para la emisora local. Es momento para una entrevista. Escucha atento al interlocutor, de pie, parado, todo en riguroso directo, y cada vez que contesta a sus preguntas comienza a andar, no para quieto, sin dejar de moverse lentamente por la sala, a la vez que juguetea con el lapicero en la mano, como si fuera un apéndice más de su cuerpo. Es una sosegada tranquilidad nerviosa.
Sus ojos emanan avidez, curiosidad, investigación, su mirada serena atiende a todos los detalles. Allén está acostumbrado a capturar la realidad y esbozar un retrato en cuanto tiene un hueco libre. Y si no lo tiene, lo busca… ¡El más rápido del Oeste!



Hoy, en su clase ante los jovenzuelos, narra con una voz suave, tierna, pero firme y segura, cómo es parte de su trabajo. Explica a los chicos y chicas qué es ‘eso’ del diseño, de la ilustración, del mundo del cómic. Cuenta cómo es su trabajo diario, cómo idea las portadas para vestir mejor un cómic, cómo adapta las creaciones para los catálogos literarios, enseña parte de su obra en la pizarra digital y en sus cuadernos de bocetar... ¡Se nos cae la baba al ver sus creaciones!, y nos invade la envida al ver la aparente facilidad, fruto de su arte y sus muchas horas de dedicación, para dibujar un personaje.



Intento reclamar su atención para un retrato. El día ha amanecido gris, ligeramente apagado... La sala está bastante acristalada, pero con luces difusas que penetran desde el exterior o desde otras salas, mezclando intensidades y temperaturas… Una vez más, toca pelear bastante para que el ISO no sea muy elevado y las velocidades de obturación sean las justas. Los fondos, los que da la sala, no hay oportunidad para montar e iluminar.



Esta mañana, creo, habrá servido para aguzar los sentidos y la motivación de algunos chiquillos. En la sala estaban todos con cien ojos, sin pestañear, sin perder detalle de lo que veían, bebiendo las palabras que la boca de Allén emanaba, soñando con los súper héroes de sus cómics y, supongo, con ser ellos algún día los protagonistas de creaciones similares.
Un placer enorme.
Gracias a Mares Virtuales, Ayuntamiento de Peñaranda y al resto de los organizadores de la actividad y, por supuesto, gracias a Raúl.

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