Gredos, integral primaveral hasta La Mira (2.343 m.)

Este domingo socios y amigos del club Salandar nos acercamos desde Peñaranda a Gredos para realizar una travesía de montaña, de montaña con mayúsculas...

De f-cs-Gredos-PlatH-Mira-Galayos-PlatNB-Lillo

Volvíamos a por una clásica entre las clásicas en su Macizo Central, ese que dicen que se extiende desde el Puerto del Pico hasta el de Tornavacas y donde se alcanzan las máximas elevaciones de todo el Sistema Central.
Comenzamos la actividad desde la conocida como Plataforma de Gredos (1.750 m.), que pertenece a Navacepeda de Tormes pero a la que normalmente accedemos desde Hoyos del Espino. La idea era ascender hasta La Mira (2.343 m.) y bajar por la vertiente sur, hasta la Plataforma de Nogal del Barranco, también conocida en el pueblo de Guisando como La Cabra...



Después de despedir a Isi Toursan, el uruguayo, el grupo partió a buen ritmo por la calzada empedrada que nos recibe en esta plataforma, y llegando a la zona de Prado Puerto nos encontramos con unas cuantas cabras que, por lo visto, habían madrugado más que nosotros.
Cruzamos el río y piano, piano, pusimos rumbo a la caseta (como el río baja con bastante agua en esta época tuvimos que cruzar más adelante de lo normal, por lo que dejamos la caseta un poco a la izquierda). Tomamos el sendero que nos llevó por una vereda que ha sido limpiada de piornos recientemente (ya sabéis cómo limpian aquí estas zonas de piornales, ¿no?), por lo que nos resultó bastante cómodo alcanzar la cuerda. ¡Vaya vistas!
A buen ritmo y con un par de paraditas fuimos ascendiendo hasta sortear los riscos de Los Campanarios y Las Molederas, dejando a nuestra izquierda la gran planicie de Los Pelaos (con las ruinas del refugio y fuente del mismo nombre). Sorteamos con varios zig-zag la última y empinada subida para toparnos de frente con la llamativa cumbre de La Mira (2.343 m.), con los restos del torreón que se usaba como telégrafo óptico (¡¿porqué se llamará La Mira?!).
La ascensión a esta cumbre siempre me trae buenos recuerdos... Es un lugar paradisiaco, con unas magníficas vistas sobre la vertiente sur de Gredos y los vertiginosos cuchillares de los majestuosos Galayos... ¡Una buena recompensa al esfuerzo!



Foto de grupo y para abajo... En esta ocasión no nos acercamos al prado de Los Pelaos y las ruinas de su refugio. Directamente buscamos la portilla para bajar hacia el refugio Victory (1.950 m) por esa empinada y casi infinita pedrera sin camino definido, buscando las reminiscencias de un sendero marcado con hitos que aparece y desaparece en ese canchal de rocas descompuestas que va mellando nuestras piernas.
La llegada al Victory siempre es un placer para la vista y otros sentidos... Aunque aún no ha llegado el guarda y no había cervezas, aquí comimos y nos entretuvimos un ratillo viendo las evoluciones de los escaladores que, como arañitas, subían lentamente aquellas afiladas agujas pétreas, torreones e impresionantes paredes graníticas (en alguna de las fotos podréis ver qué pequeños se ven los valientes escaladores comparados con la grandiosidad de Los Galayos). Nos acordamos de Dudu, el Jariego y demás espidermanes de la familia...
Muy a nuestro pesar, pues allí estábamos mejor que en el Ritz, recogemos trastos y nos vamos... La bajada, con un desnivel importante (ver el track de Carlos Elías), no la hacemos directamente por el embudo de La Apretura sino por el camino de zetas, esa estupenda obra de ingeniería, duro trabajo y paciencia (supongo que realizada a mano, piedra a piedra; ¡vaya labor!), hasta llegar al cruce del río Pelayo que en esta época del año lleva bastante agua y forma algunas cascadas cuando el terreno se vuelve más abrupto.
La llegada a la plataforma de Nogal del Barranco nos recibe con los brazos abiertos, el pilón de agua fresca preparado y unas estupendas cervezas en la mesa...
¡Buena ruta, sí señor!

Si os apetece, podéis ver las fotografías de Miguel Manjón, el mi Juli, José Enrique, Eutiquio y las mías.